Las principales fuentes de financiación de una empresa

Las empresas son fundamentales para la sociedad porque generan empleo, producen bienes y servicios, impulsan la innovación y contribuyen al desarrollo económico. Además, satisfacen necesidades humanas, promueven el bienestar y pagan impuestos que financian servicios públicos. Su actividad influye directamente en la calidad de vida y en el progreso social. Conocer cuáles son las principales fuentes de financiación de una empresa es fundamental si tienes idea de obtener fondos o capital para iniciar un negocio. Incluso, para operar con tu empresa, expandirla o para salvarla, si fuera necesario. Es por eso que en este artículo te explicamos cuáles son las principales fuentes de financiación. ¡Vamos a ello!

Tipos de financiación de una empresa

Toda empresa, sin importar su tamaño o sector, necesita financiación para operar, crecer o superar dificultades. Esta puede ser de varios tipos, aunque a rasgos generales puede clasificarse de dos maneras:

  • Financiación propia: Esta forma de financiación proviene del interior de la empresa, sin recurrir a agentes externos. Es una fuente muy valiosa porque no genera deuda ni intereses. Generalmente, esta puede provenir de los beneficios propios y de amortizaciones y provisiones.
  • Financiación ajena: La financiación externa proviene de fuentes ajenas a la empresa. Es más habitual en proyectos medianos, grandes o cuando se necesita liquidez de forma inmediata. En este caso podemos encontrar varias formas de financiación, que son las que explicamos a continuación.

Las principales fuentes de financiación de una empresa para obtener liquidez

La financiación es el conjunto de recursos económicos que una organización utiliza para poner en marcha sus actividades o mantenerlas en funcionamiento. Existen diversas fuentes de financiación, que se clasifican según su origen, duración y coste. Estas son las más populares.

Préstamos bancarios

Una de las formas más utilizadas para financiar operaciones o proyectos empresariales es acudir a un banco para solicitar un préstamo. En este esquema la entidad financiera entrega una suma determinada que la empresa debe devolver en un periodo acordado, incluyendo los intereses correspondientes. Esta opción resulta atractiva especialmente para inversiones de gran envergadura, como ampliaciones o compra de activos estratégicos. No obstante, acceder a este tipo de financiación requiere demostrar solvencia y un historial crediticio favorable. Además, si la empresa no puede cumplir con las condiciones pactadas, se expone a penalizaciones o dificultades económicas.

Aportes de capital por inversores externos

Otra opción consiste en incorporar socios o accionistas que aporten dinero a cambio de una parte del capital social. Este tipo de financiación es común en etapas de crecimiento, especialmente en startups, y suele provenir de fondos de capital riesgo o inversores individuales conocidos como business angels. Aparte del capital, estos socios pueden ofrecer asesoramiento y abrir puertas a nuevas oportunidades. A cambio, la empresa debe aceptar compartir decisiones y beneficios, ya que se cede parte del control sobre la organización.

Empeño de joyas de gran valor

El empeño de joyas de valor puede ser una fuente rápida y accesible de financiación para pequeñas empresas en etapas iniciales o cuando enfrentan problemas puntuales de liquidez. Consiste en entregar joyas —como anillos, pulseras o collares de oro con piedras preciosas, por ejemplo, con diamantes— a una casa de empeño o entidad especializada, como es el monte de piedad de la Fundación Bancaja, CrediMonte: https://www.credimonte.es/prestamos-rapidos-y-sencillos/. Este proporciona un préstamo inmediato y fácil aceptando la joya como garantía, sin revisar el historial crediticio del cliente, deudas o nóminas. El dinero prestado representa el valor de la joya de oro (así como del lingote de oro o diamantes) tras haber sido tasada por un experto gemólogo frente al cliente con métodos homologados, y teniendo en cuenta su precio en el mercado internacional.

Esta modalidad es útil para cubrir gastos urgentes, pagar nóminas o adquirir inventario sin necesidad de recurrir a préstamos bancarios tradicionales. Además, no requiere trámites largos, puesto que el crédito se concede en el momento. Las joyas, en el caso de CrediMonte, pueden ser recuperadas en cualquier momento por el cliente sin gastos adicionales, además la operación puede ser renovada de manera ilimitada.  

Financiación colectiva o crowdfunding

El crowdfunding ha ganado terreno como una alternativa accesible para emprendedores y pequeñas empresas. A través de plataformas digitales, se presenta un proyecto y se solicita el apoyo económico de un gran número de personas, cada una de las cuales contribuye con pequeñas cantidades. Esta modalidad no requiere endeudamiento ni ceder propiedad, aunque el proceso puede ser largo y competitivo. Además, si no se alcanza el objetivo económico en el plazo estipulado, muchos portales cancelan la recaudación y devuelven los fondos a los colaboradores.

Ayudas públicas y subvenciones

Los gobiernos, tanto a nivel nacional como autonómico y local, suelen ofrecer ayudas financieras a empresas que cumplan ciertos requisitos, como desarrollar innovación, crear empleo o trabajar en sectores estratégicos. Estas subvenciones no exigen devolución ni intereses, lo que las convierte en una fuente muy valiosa. Sin embargo, los procesos para solicitarlas suelen ser complejos, lentos y no todas las compañías pueden acceder a ellas.

Préstamos entre particulares: crowdlending

En este modelo los recursos se obtienen directamente de particulares o inversores a través de plataformas digitales especializadas. La empresa se compromete a devolver el dinero con intereses, como en un préstamo tradicional, pero sin intermediación bancaria. Es una opción flexible y, en algunos casos, más asequible que la banca convencional. No obstante, conlleva riesgos para los prestamistas si el solicitante no cumple sus obligaciones, y las plataformas suelen establecer criterios de acceso específicos.

Arrendamiento financiero (leasing)

El leasing permite a las empresas utilizar determinados activos sin comprarlos, pagando cuotas periódicas durante un tiempo acordado. Esta modalidad es útil para acceder a maquinaria, vehículos o equipos sin comprometer gran parte del capital disponible. La principal desventaja es que, al finalizar el contrato, el coste total puede resultar mayor que si se hubiera adquirido el bien desde el principio.

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