¿Cómo ser traductor jurado?

Hoy en día, son cada vez más las personas que, por un motivo o por otro, necesitan cambiar de residencia. Para estos casos, es frecuente la necesidad de traducir ciertos documentos, que pueden ir desde el propio documento de identidad hasta títulos universitarios, el pasaporte, la licencia de conducir, entre otras cosas.
Para que estos documentos puedan tener validez ante el estado y las instituciones frente a las cuales se presentan, es muy importante que las traducciones estén certificadas. Es allí donde entra el rol fundamental del traductor jurado.
A continuación, vamos a contarte qué es lo que hace un traductor jurado, qué requisitos debes cumplir para convertirte en uno y qué es lo que deberás estudiar.
“Para que estos documentos puedan tener validez ante el estado y las instituciones frente a las cuales se presentan, es muy importante que las traducciones estén certificadas. Es allí donde entra el rol fundamental del traductor jurado”.
¿Qué hay que estudiar para ser traductor jurado?

Para poder ejercer como traductor jurado, es necesario presentarse a un examen que es convocado por la Oficina de Interpretación de Lenguas, dependiente esta del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Pueden presentarse al examen las personas que cuenten con un título español de Graduado o Licenciado universitario, arquitecto técnico, ingeniero técnico o equivalente. En el caso de los aspirantes con titulaciones obtenidas en el extranjero, deben contar con la credencial de homologación o un certificado de equivalencia.
Si bien son varias las profesionales a partir de las cuales una persona puede convertirse en traductor jurado, es preferible que cuente con el grado en Traducción e Interpretación. También podrá hacerlo quien tenga un grado en Derecho o en Humanidades.
Los exámenes para ser traductor jurado
En lo que respecta al examen que se debe pasar, este consiste en tres partes diferenciadas. Por un lado, una prueba tipo test de 50 preguntas y 5 de reserva sobre las materias comprendidas en el temario que es publicado en conjunto con la convocatoria. Se trata de una prueba gramatical y terminológica que es eliminatoria.
Posteriormente, encontramos tres ejercicios que se llevan a cabo en la misma jornada. Por un lado, una traducción al castellano de un texto literario, ensayístico o periodístico en la lengua del idioma elegido. Por otro, la traducción de un documento generalista del castellano al inglés sin diccionario. Y, finalmente, la traducción al castellano de un texto de carácter jurídico o económico que permite diccionarios oficiales.
La tercera y última prueba es de carácter oral. Se trata de un ejercicio de interpretación consecutiva que se debe llevar a cabo frente a un tribunal. Es el que permite a este corroborar el dominio y la comprensión de las lenguas que funcionan como lenguas de partida y de llegada.
“La tercera y última prueba es de carácter oral. Se trata de un ejercicio de interpretación consecutiva que se debe llevar a cabo frente a un tribunal”.
Requisitos para ser traductor jurado

Además de los aspectos mencionados con anterioridad, para poder convertirse en traductor jurado es necesario estar reconocido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. La firma del traductor debe estar registrada en el mismo.
Además, para poder presentarse al examen correspondiente, todo aspirante debe superar la mayoría de edad legal en España. También deberá tener nacionalidad española, de un Estado miembro de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo.
“Para poder convertirse en traductor jurado es necesario estar reconocido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación”.
¿En qué consiste el trabajo de traductor jurado?
El trabajo del traductor jurado, como se desprende de su nombre, se basa en la traducción de documentos públicos o privados con contenido legal o jurídico. Ejemplo de ello son las traducciones jurídicas llevadas a cabo por Geajuridicas.
Sin embargo, este trabajo se diferencia del realizado por un traductor convencional. El traductor jurado interviene cuando esos documentos traducidos necesitan de una forma y sello que garantice su veracidad y exactitud, como así también su legalidad para ser presentado frente a los diversos organismos del Estado.
Muchas veces, además, un traductor jurado puede interpretar un acto oficial en el que haya personas que no hablen o entiendan ninguna de las lenguas que se van a emplear para el mismo.
“El traductor jurado interviene cuando esos documentos traducidos necesitan de una forma y sello que garantice su veracidad y exactitud, como así también su legalidad para ser presentado frente a los diversos organismos del Estado”.
En otras palabras, podemos decir que el traductor jurado es el que se encarga de traducir, firmar y sellar cualquier documento para certificar que es válido ante las organizaciones estatales y otras. Son profesionales que pueden traducir todo tipo de documentos, desde un contrato hasta un pasaporte, un título universitario, el contenido de una herencia o, incluso, un informe de la policía.
¿Cuánto cobra un traductor jurado?
Vistos los aspectos mencionados anteriormente, queremos hacer referencia, para terminar, al salario de un traductor jurado. Para uno que está dando sus primeros pasos y tiene menos de tres años de experiencia laboral, el salario neto esperable mensual puede ser de 750 euros.
Para alguien que ya lleva entre 4 y 9 años de experiencia, es esperable un salario de alrededor de 1.190 euros. Por su parte, alguien con más de 10 años de experiencia gana en promedio 1.610 euros y, a partir de 20 años, suele subir a los 1.780 euros. En todos estos casos se trata de montos aproximados que pueden variar según el caso.
“Para alguien que ya lleva entre 4 y 9 años de experiencia, es esperable un salario de alrededor de 1.190 euros”.